Último suspiro de mayo en trance

René Magritte

Si mis ojos noche
ya no tienen ese vestido uniforme
de los años mozos, si me roban
el destino de ser lo que fui…
Habrá bastado hacerme mañana,
para entre claroscuros negar el hoy.

Si pudiese hablar de aquellas
tonalidades de la soledad,
si me hiciera fuerte al ver tu mirada,
si convirtiera el rojo de tu danzar
en mi macabra morada, despedazaría
el futuro por sólo obtener la distracción
que me prestan tus lecturas y
las presión de hacerme nada por hacerme tu todo.

Volveríamos, entonces, a vernos
disfrazados de soles y sonreirías
para no dejarme pasar, por los laberintos
de tu mirada o por la cosecha sublime de tus caderas.

Hoy nos hicimos ayer en la lejanía de nuestro
simulacro para hacernos sociedad, hoy deshicimos
toda propuesta de ser para entregarnos a vagabudear
sobre las intenciones de conquistar miradas,
tú y yo- tan lejanos- le fuimos más que infieles
a nuestros armarios decimonónicos,
fuimos ayer para jurarnos nunca volver a ser hoy.

Te perdonaste entre tus trajes de invierno
el no haber mirado con gesto cortes al sol de mayo,
pensaste en dejarlo ir, pero jamás preguntaste si era yo.
Yo desde tus sombras, yo desde el último suspiro de este
mayo en trance.