Sol

Semilla fuerte y áspera

que brota el sangrar de la tierra,
que inunda de una sutil fuerza,
abismos, ríos, tiempo y levedad.

Pequeña en eterna oscuridad,
furiosa clama fuera del tiempo,
con un rugir del cual brota vida,
la fuerza de tu soledad es tu dicha.

Ebrio de vida se alza tu nombre
sobre cielos y el mar dibuja tu rostro diáfano.
Cobijas sueños en tus pétalos,
sedienta de ti toda melancolía.

Enseñaste a los hombres qué
era el amor, toda su violencia, toda su locura.

Las libaciones de las nubes,
el lienzo que hace el tiempo en tu nombre,
los matices de tus ánimos,
todo fluye como para contarnos tu dicha.

Dinos, pues qué existe si no fuese
tu mano que se extiende fuerte y silenciosa
por el aire recorriendo todo sendero,
toda la eternidad.