Intempestiva confesión


Psique y Eros- François Pascal


Llueve su azulado rostro
sobre un mar de montañas,
vuela distante el eco de su promesa,
el que hace de su verbo una flama,
cuando por el remanso se oye el pasar
de sus acordes, me atrapa el gris abandono,
que recita sobre su destello partículas de ayer.

Hay un eterno retorno,
hay una condena del amanecer,
cuando el vino se haga terrible lugarteniente,
cuando las horas bailen mi oscuridad,
navega la orfandad del rito
a su encuentro que el ocaso suele esperar.

Piedra sobre piedra se erigen sus resucitados
sepulcros, mientras el ego siente la tibia
espera de volver a hacerse vacío,
a sembrar de orquídeas marchitas su ilusión.
Ya mira lo que desciende, ya brota esa semilla,
se hace la tarde, el sol se vuelve frío esplendor.

Mi piel se marchita en junio,
pero el corazón renace sin amor,
de la crueldad de su egoísmo
brotan sus auroras, su intempestiva confesión,
se busca un hogar en la nada-
donde toda ilusión se convierte en razón-.

Deambulo sobre sus hechizos,
me hago uno en el gritar del  mar,
el tiempo que consume mi azar,
me lleva hasta su morada, me convierte
en una estrofa de su cantar,
cuando llueve su azulado rostro,
sobre un mar de montañas,
pues la tormenta es nuestro habitar.

Comentarios

Entradas populares