Pira de amor




Quien hable de piras,
solemne a de recitar:
yo que vuelco mis manos
sobre ti nívea soledad y
tú que no escuchas mis plegarías.

Allá donde ni la soledad ruge,
como la fuerza del tiempo,
allá donde las sirenas son el cantar,
el brotar de tambores sobre el silencio
atroces voces clamar.

Mi volar es tu tormento, el otoño
que no se anidará sobre un corazón
rebosante de ti ¿De ti?
Cuando mirar el otoño se haga
impredecible, cuando recordar
se haga una enfermedad,
volveremos al pecado de hablar.

Quien hable de piras
consumido por su voluntad dirá:
morir sin soledad es un tormento,
vivir de la soledad solmene
era un paraíso donde descansar.

Cuando caiga sobre mí el ocaso,
todos oirán el recorrer sutil del averno,
el bailar predilecto del amor,
cuando mecía su juventud,
cuando acariciaba tus mentiras.


Subir, subamos ¡Subamos más a prisa!
 Para caer más alto;  si la palabra
es nuestro infierno recorrámoslo,
esa pira es toda magia, esa pira es toda luz.
Recorrámosla tú y yo, para no besar más
el tiempo para condenarnos en la eternidad,
que el amor con mentiras gusta apagar la luz.

Comentarios

Entradas populares