Ad aeternum

La persistencia de memoria- Salvador Dalí

Lo que sobresale es la quietud 

de tus ecos, la insistencia con la miras
el crisol entre tus dudas, la oportunidad
que baja con el viento por tu ventana recorrer.

Suave aroma de mujer que se impregna en las paredes,
el rumor de una mañana de desierto,
cuando tus ojos flotantes se dan por la noche pasar,
tus manos rezar a la oscuridad, tu voz despegar
en el impacto de arreciar la fuerza de tus placeres.

Combinemos nuestra dicha ausente al elevar
nuestra hecatombe crepuscular, sin brújulas,
sin sendero, sólo palabras flotar,
adornar las estrellas del inconsciente,
quemar las razones que dibujaron la ira y
todo el fluir perpetuo de lo que jamás se nos da.

Canta lejos el acordeón de enero, sus fauces
de vértigo, su instinto caníbal, su tierna constelación
brotar, ella duerme en mi sendero, ella bebe de mi
madrugadas, cuando el suave aire vuelve
a correr sobre las venas a echar su reloj andar,
dejar las semillas crecer mientras oigo el rugir
de los árboles por mi guarida estallar.

El mar que cubre mi secreto,
el mar que suspira mi ayer,
borra las huellas para volverlas a recorrer,
otra canción se escribirá- indudable compás-
tu amanecer seré yo, tu silbar de horas seré,
tu condena más preciada será mi amor.