Repentino sentir de la noche

Café en Arles- Van Gogh


Repentinamente danzaba
la sonrisa de tus ojos sobre
el venero que bebes del ayer,
repentina y fugaz como las
mariposas de tus sueños
se aprestó tu acorazado corazón
a calmar las batallas de la tormenta.

Curaste todo sortilegio que avecinaba
sobre el indómito mar, sus fantasmas,
su mustia temporalidad.
Amor mío, qué falta en tu constelación
para hacernos infinita sinrazón,
tú que delatas mis lados
más tibios, tú que seduces toda
mañana con tu despertar.

Y en la lejanía de tus ojos
me volví tú…
La distancia que repara
lo fortuito del silencio,
el silencio que avecina al abandono
de todas nuestras posibilidades
como hoy, como ayer.

Sumergirme entre tus fotos,
para observar el instante
de donde brotan tus flores,
sobre tus sueños galopar,
sobre el silencio repentino
de las cenizas de nuestro amor
para otra vez despertar.

Aún te espero impertérrito
como el agua busca teñir de su
ser la tierra del Este, espero
el halo que baña la ignota noche
y te convierta en su talismán
en el disfrute de su propia mismidad. 

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