Ágape

Ágape, melodía de mediodía,
como celebrando la eternidad
la alegría fecunda el vacío aquel
que de tus ojos un abril sepulté.
Sonrisas de luces de ocaso
como recordando el sutil
sabor del final, como anunciándolo,
como ocurrió con nuestras
sombras tras puertas secretas.

El paraguas que Júpiter
dejó como regalo de bodas,
el bouquet de margaritas que
sacrificaste en mi nombre, como
ayer hoy siento esa  fuerza
que destruye fronteras de silencio,
mares de angustias y torres de represión.
Todo por aquella sonrisa lenta y pausada
antes de tomar el té.

Labios de oriente que alguna vez dibujaron mentiras
piadosas sólo para regalarme un amanecer.

Finitos nuestros nombres
que se los llevara el ayer,
pero esta fuerza perdurará,
sus alas retarán a Urano,
sus ansias caminarán todos los  hades,
sólo por volver a tus ojos,
sólo porque nuestros días
se inmolen para crear
aquella sublime epopeya
del agua y la tierra,
aquel feliz retornar a la vida.

Misterios que tú- sola- sabes contar.
Aquellos secretos del amor
para engañar  a la temporalidad,
palabras pequeñas que mi corazón
suele escuchar. Deseos que al destino
le queremos robar.

Caminar sobre la lluvia,
para recordar el olor de tus besos
recobrar la memoria buscando
el altar donde deje tus manos
cuando vea pasar la historia
aquella dirá iba uno caminando
solo por la luna.