La problemática china sobre derechos y libertades fundamentales

Yue Minjun- Excution


Mucho se habla del desarrollo de la economía en China, de sus grandes avances como potencia mundial, sus logros a nivel de la región del Asia. Desde una óptica histórica China ha desarrollado puntos de quiebre en la zona del Asia, fue la primera en desprenderse del absolutismo de la monarquía en Asia. Luego supo liberarse del yugo japonés que azotó su territorio durante la segunda guerra mundial. Pero el proceso histórico de China en busca de ideales que erijan las columnas hacia la construcción de una sociedad basada en los arquetipos de la civilización. La profunda brecha entre los señores feudales, la monarquía y el pueblo pobre pudo brindar la mejor cuba para contener en el seno del pueblo chino la ideología del comunismo planteada por Mao Zedong. Ella sirvió como trampolín para  que se iniciara la revolución popular china a cargo del “Ejército de liberación” bajo la tutela del Partido Comunista Chino. De aquí en adelante el matiz que tome China estará amparado por una revolución cultural, una transformación económica- llamada El gran salto hacia adelante (que contaba en sus inicios con una buena cuota de estajanovismo)-; pero la verticalidad y de las políticas sociales chinas llevó a la convulsión del país luego varios años de la toma del poder por parte de Mao Zedong.

                En ese contexto el gigante asiático vivió desde la instauración del gobierno comunista hasta la actualidad serios problemas con respecto al manejo social de su población, pues por una parte están las modificaciones  socio-económicas que vivieron estados como la URSS- que durante mucho tiempo fue aliada y ejemplo de China- para la apertura de procesos de renovación económica y social que buscaron de manera adecuada ciertas libertades de carácter democrático para la población así como una renovación del aparato de la producción[1]. Este hecho fue crucial para para que en China- país con un contexto similar a la URSS- exigiera cambios para su población en marchas dirigidas por estudiantes de diversas universidades que exigían libertades para las poblaciones, los trabajadores que buscaban mejoras dentro de su ámbito llegaron a reclamar la implementación de libertades en lo que se conocería mejores salarios y mejor trato laboral; todos estos tratos se traducirían en  Las protestas de la plaza de Tian’ anmen de 1989. Es en este punto donde inicia su labor el  recién premiado nobel de la paz Liu Xiaobo. En este contexto las reformas que económicas que se habían dado durante 1978 afectaron solamente al grupo de campesinos de la población, mientras que excluían a obreros y estudiantes los cuales no iban por una reforma económica sino por una mejoría de la situación política en la que se encontraba el país[2]. Lamentablemente, las protestas no tuvieron el eco esperado dentro del gobierno chino, pues la represión fue brutal para todos los que participaron dentro del pliego de reclamos dando como resultado una cifra alta de muertos entre civiles y militares[3].

                China como potencia pretende negar a sus pobladores libertades individuales tan necesarias para la existencia y el bienestar integral de los hombres, que al pretender enmarcar el desarrollo humano a la satisfacción de necesidades económicas o al plantearse como único fin máximo a nivel país el desarrollo económico deja cínicamente de lado el equilibrio social y ambiental que debe de tener su población encumbrarse hacia el bienestar general de su población. Esto siempre avalado por las potencias mundiales que sólo dejan notar su malestar desde una tibia postura; porque para muchos antes que el desarrollo integral de la humanidad está primero el desmesurado  afán de negociar antes que salvar la dignidad de los seres humanos y el equilibrio de vida en el planeta.

                La política social y política de China para con sus ciudadanos ha sido fuertemente criticada por las organizaciones de protección de los DD.HH que tienen en su mira el trato que se tenga con los ciudadanos chinos; sin embargo, como lo anuncia la Carta 08, manifiesto donde se pide la instauración de libertades individuales así como el respeto de los DD.HH, donde denuncia que “en la realidad, a simple vista, es que China tiene numerosas leyes pero no un Estado de Derecho, tiene una Constitución pero no un gobierno constitucional. La élite al mando continúa aferrada a su poder autoritario y rechaza toda evolución hacia cambios políticos[4]. De aquí pues, partimos para entender que la política de gobierno china pasa, a pesar de la inclusión de parámetros del libre mercado en su economía hacia la “modernización”, pero deja en grave situación la vigencia de las libertades individuales, pone en riesgo los derechos fundamentales de los trabajadores como bien lo recuerda el diario Le Monde: “China era hasta hace un poco de tiempo un paraíso para los empresarios: una inmensa reserva de mano de obra baratísima; obreros sometidos a una disciplina de hierro y a condiciones de vida degradantes[5]”. Estos hechos han servido como claro ejemplo para que desde las marchas en Tiam’ anmen las muestras de protestas aumenten en un unísono eco del pueblo chino cansado de la parafernalia económica que trata al ser humano como un robot o un simple engranaje de una máquina, pues olvida sus derechos fundamentales- a pesar de que una de las enmiendas realizadas en 2004 a la constitución china se incluya la frase “respetar, promover y proteger los derechos del hombre”[6].

La grotesca fotografía que al final se tiene sobre la situación de la población china nos muestra que la población de china debe estar sonriente, pues su desarrollo económico es su felicidad- el máximo baluarte de la sociedad china- a pesar que por dentro el pueblo chino se flagelado, en lo más profundo de su dignidad, que vea que su estilo de vida sólo se remite a un plano del desarrollo humano mientras que la mueca sonriente de sus pobladores debe de seguir a pesar de que la retorcida maquinaria comunista -que antaño prometió paz y progreso para su pueblo-  hoy tan sólo genera a los empresarios más ricos del mundo y exorbitantes cantidades de GEI para ahondar la ya grave crisis ambiental. Frente a esto los disidentes como Liu Xaobo han dado una lucha sin tregua, arriesgando su vida, sus hogares  y sus sueños personales, por darle a su pueblo la oportunidad de ponerle fin al abuso que otros encubren con tanto esmero los atropellos a la dignidad del hombre como lo hacen los medios cubanos A nadie ya sorprende que los Nobel de la Paz y de Literatura, entregados por una comisión del parlamento de Oslo y por la Academia de Suecia, respectivamente, en cumplimiento del testamento de Alfredo Nobel, se adjudiquen, en no pocas ocasiones, a figuras que puedan servir al gran capital económico y financiero internacional para sus campañas de subversión y desestabilización de países y pueblos que luchan por un mundo de paz y justicia social”[7]. Tal vez los cubanos olvidaron dentro de sus textos cargados de marxismo económico que la integridad del hombre no sólo pasa por sacar de la pobreza a 1 300 millones de habitantes, sino también la protección de sus derechos fundamentales además de asegurar un ambiente adecuado para el desarrollo de las futuras generaciones.  

Ser disidente que arremete con la furia de su pluma por consagrar libertades tan básicas como el derecho a decir lo que uno piensa o ser un simple trabajador que inicia una huelga por sus derechos laborales es tan majestuoso y loable como escribir una obra que inmortalice la existencia del hombre. La lucha por dejar atrás lo repudiable de la política para darle paso a un conjunto de que protejan la integridad humana más allá de patrimonio económico es una lucha que todos los días se da en China, si existen hombres tan honorables como Liu Xiaobo luchando por instaurar el estado de derecho en China de forma pacífica es realmente un regalo para un pueblo tan maravilloso tan sabio y valiente. China se muestra como el futuro director de la orquesta mundial, esperemos que su guía no sea la apertura para reafirmación del consumismo en mundo, esperamos que la sabiduría de un pueblo se irradie por la igual y el respeto por todos los hombres por sus metas, sus sueños y palabras libres de todo lastre de lo más corrupto que hay en el hombre: el afán de su propia negación como infinita posibilidad de ser.



[1] Recuperado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Perestroika- La Perestroika
[2] Recuperdo de: http://es.wikipedia.org/wiki/Protestas_de_la_Plaza_de_Tian'anmen_de_1989  Protestas de la plaza de Tian’ anmen de 1989.
[3] Ibidem.
[5] “Los trabajadores chinos despiertan”, Le Monde Diplomatique , edición peruana . Año IV, N°40, Setiembre de 2010.
[7] Recuperado de http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/10/11/el-escandalo-de-los-ultimos-premios-nobel/ El Escandalo de los últimos premios nobel.  Juan Marrero

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