Quelle heure est-il?




Ahora la tránsfuga oportunidad
del cambio, la exacta excusa
de la sonrisa y el palpitar
violento del corazón.

Yo que voy por la ruta,
yo que vagabundeo sobre
una noche repleta de recuerdos
aún me atrevo a andar.
Pensar los pasitos que daban
nuestras dudas de los 20,
la euforia del mediodía y
el perdón de 200 años.

No me acostumbro a los maniquíes,
no puedo escribir sobre rincones de asfalto,
sobre ti, sobre mí, sobre una
pluscuamperfecta tristeza.

Recuerdo que apareciste riendo
en tu desnudez para abrazar las palabras
de los ojos, para acariciar con ese fino espíritu
las once de la noche sobre un trance.

Nos hacemos monócromos
en tu oración, el fluorescente
que imita a una tenue pesadilla
se despide en el pasillo.
                                                  

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