Indagaciones

GKRJ

Me gusta tu cuerpo
lo que tiene de infierno, lo que tiene de cielo,
sus milimétricos colores, su calor de Afrodita
lo sutil de tus manos y el ocaso que dibujan tus caderas.

Me gusta tu rostro dibujado por las nubes,
tus manos silenciosas que cubren mi pecho.
El milagro que se desprende tus ojos,
la sonrisa fraterna que canta sobre tu mundo.
Tus marzos y tus octubres.

Tus silencios y las horas en las que cantamos,
me gustan tu voz y sus sombras.
Me gusta tu locura, tus paisajes
tu ansiedad por guarecerte del tiempo
y la mutación que sufren tus alas.

Me gusta tu ocaso porque de él canto,
de él respiro la luz que embriaga tu rostro
cuando miras sin desparpajo tu destino.

Me gustan los momentos de ausencia y tu huella por mi alma.

Me gusta tu medianoche que reverbera aquellos arcoíris
cuando sonríes, aquellas media lunas donde se oculta tu noche.

El bramar de tu juventud: la siesta perdida entre tu niñez y tus sueños.

Me gustas, tierna y sedienta.
Hecha primavera, hecha verano.
Me gustas sencilla y frágil
sobre un domingo eterno por la tarde.