¿Se puede comprobar la existencia de Dios?



1.-Introducción:
Las traslúcidas manos del judío
Labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)
Las manos y el espacio de Jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.
No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.
Libre de la metáfora y del mito,
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquél que es todas sus estrellas".

Jorge Luis Borges-Soneto de Spinoza


¿Se puede comprobar la existencia de Dios? Pregunta contundente, llena de mística, de melodía, de ensueño, de fuerza, de valentía y por sobre todo de pasión. La pasión que ha despertado durante siglos para el hombre y para su entendimiento que quiere abarcarlo todo, que busca explicarlo todo, que intenta tan magistralmente hacerse de lo que más le agrada es decir, de aquello que lo lleve a una distancia más allá de sus propias estrellas, más allá del infinito rincón que presupone la existencia de algo divino, ellos- los filósofos- se esmeraron por traerlo hasta nuestro entendimiento, buscaron aquella respuesta casi de alquimia para hacernos entender que Dios está entre nosotros y fuera de nosotros, trataron de una forma crucial de comprender su existencia, de llevarla a niveles tan altos de razonamiento que Dios aparece como una figura tan razonada, que tal vez la idea de Dalí de encontrar al Dios en las matemáticas sea una cuestión comprobable. Nuestro espíritu nos lleva a conocerlo, a buscarlo, a indagar sobre, cómo se pensó sobre él, fuera del cosmos y desde el cosmos, como una estela infinita o como un sinfín de posibilidades en la naturaleza o como aquel agotamiento de toda presunción en lo divino como guía de la humanidad, ese sendero que al desaparecer entre las constelaciones da como origen al nihilismo que niega la existencia de Dios. Las posturas diversas entre sus matices hacen la pintura algo majestuoso, algo que comprender lleva al crecimiento del espíritu, al desborde de la pasión por el saber y a la liberación de las cadenas para forjar en el afán de la duda y la crítica espíritus cada vez más libres.

            La existencia de Dios es un planteamiento rebatido por diversos filósofos algunos que está de acuerdo con la existencia puramente religiosa de Dios, como es el caso de Anselmo de Canterbury y Descartes, que proponen a Dios como un ser moral, infinito, benévolo, lleno de verdad y supremo. Por otra parte están los matices intermedios como el caso de Kant y de Spinoza, en el caso de éste último, que ve a Dios como algo presente en la naturaleza, algo que no tiene sustento en lo divino, sino en lo real-natural que conlleva precisamente a la omnipresencia de Dios. Y por último están las teorías nihilistas que contemplan el no ser de Dios o la muerte de Dios como un valor en el caso de F. Nietzsche. De esta suerte el panorama se nutre, en buena cuenta, para darnos a conocer nuevas perspectivas de conocimiento sobre lo que significa el conocimiento de Dios llevado a la naturaleza del hombre, al planteamiento de lo que realmente existe (la realidad) y cómo mediante ella el hombre puede comprobar la fehaciente existencia de Dios dentro de su mundo que no está en las estrellas, sino en lo real y cotidiano de la vida. El trabajo se centra en investigar de manera analítica y crítica la postura de los diversos filósofos, dejando atrás las posturas personales, para de esa manera poder apreciar la pintura desde una perspectiva mucho más abocada al conocimiento de lo que realmente podría ser la posibilidad de respondernos a la pregunta que parte de una sencilla postura para llevarnos a un pensar sobre cada uno de los ejes que mueve nuestro pensamiento hacia la sabiduría. Los argumentos que se usen valdrán para hacernos fieles intérpretes y críticos del tema.

            Elegí este tema, pues es uno de los que más llamó mi atención al emprender- por parte de los grandes filósofos- una tarea titánica de ubicar un pensamiento casi inimaginable en la realidad a un plano real. El ensayo abarca desde las posturas escolásticas, como el caso de Canterbury, pasa por el racionalismo de Descartes y Spinoza hasta el Nihilismo de Friedrick Nietzche.

2.- Argumentos:

2.1 Anselmo de Canterbury.-

 Anselmo era originario de Aosta, en el Piamonte, en Italia, donde nació en el año 1033. A pesar de ello es más comúnmente conocido como san Anselmo de Canterbury, al haber sido arzobispo de dicha ciudad durante algunos años, donde murió en 1109. Su educación corrió a cargo de los benedictinos, luego de una experiencia poco afortunada con el primero de los profesores a los que fue encomendado, al no haberle sabido transmitir el aprecio por los estudios[1]. Su vida se desarrolló en el estudio teológico y los fundamentos de la fe. Por otra parte, al ser Padre de la iglesia fue uno de los principales defensores de las teorías que comprobaran la existencia de Dios. Para ello se hizo de varios argumentos y usó al igual que muchos de los autores la llamada prueba ontológica para llegar al conocimiento de Dios. Para este fin plantea el ordenamiento siguiente:  Primero Anselmo de Canterbury consideraba que la razón no tenía por sí misma la capacidad de darnos la comprensión de la realidad, sino que era una herramienta más de la fe para poder alcanzar la verdad y esta verdad se encontraba en Dios[2]      . Para el autor el entendimiento era dado a la persona a través Dios y Dios le entregaba el entendimiento de tal manera que éste pueda entender la existencia de Dios, de esa manera afirma  Así, pues, ¡oh Señor!, Tú que das inteligencia a la fe, concédeme, cuanto conozcas que me sea conveniente, entender que existes, como lo creemos, y que eres lo que creemos. Ciertamente, creemos que Tú eres algo mayor que lo cual nada puede ser pensado”.[3] De esa manera, si Dios nos ha dado el entendimiento entonces podemos llegar a otro nivel de entendimiento en cual, a diferencia de los animales y de las plantas, podemos conocer la realidad de manera que podemos someterla, estudiarla y comprenderla para fundamentar ello Anselmo de Canterbury se basa en que existe un argumento formal del cual se puede inferir que la naturaleza tiene un orden lógico (en este caso va de mayor a menor[4]), esto quiere decir que para el insensato, como llama Anselmo a aquellos que no creen en Dios, tienen que primero someter su conocimiento a una jerarquía natural, donde existe un algo mayor, éste algo mayor se produce porque el hombre puede observar por ejemplo que "Si ese ente tal que nada mayor puede concebirse está en la sola inteligencia, esto mismo que nada mayor puede ser concebido es tal que algo mayor que él puede ser concebido, pero ello es imposible."[5] Esta idea mental nos lleva a comprender que así como alguien pintó un cuadro, entonces ese mismo alguien tuvo que haberlo pensado y llevado a la existencia real, mejor dicho aquél que ha pensado ese cuadro natural, también lo ha creado y ese es Dios. De tal manera que Dios puede concebir que la existencia de la realidad sumada al hecho de su orden lógico hacen que en el universo exista algo mínimo y algo mayor, pues para que aquel orden lógico pueda existir es necesario que exista claramente un ente mayor y un ente inferior, por lo tanto la existencia de Dios en el universo es necesaria, pues es algo mayor y perfecto[6].

2.2.- René Descartes.-

Dentro de su trabajo Descartes quería comprobar la existencia de la realidad, es decir, si realmente lo que percibimos es real y existe. Descartes es un pensador que consideraba al hombre como el centro mismo del conocimiento y la obtención de la verdad. La explicación para Descartes  pasa por un razonamiento donde se abre el proceso de la subjetividad, pues ponía al hombre dentro del centro del pensamiento, pues de él parte que todo pensamiento parta del ser humano, es decir, que el hombre se vuelve el centro del conocimiento a partir del uso de su razón[7].  Descartes, entonces se funda en la idea de la rex extensa  esta rex extensa o cosa exterior es mejor conocida como la realidad; sin embargo, qué ocurre con la “cosa en sí”,  es decir, al pensar, entonces existo, yo soy capaz de concebir la realidad y esta capacidad de concebirla es porque yo puedo pensar y las cosas que subjetivamente piense serán las que realmente existan. De esta manera Descartes lograba hacer que el pensamiento exista por lo tanto la rex extensa era lo mismo que el pensamiento subjetivo, lo cual más adelante sería cuestionado por Emmanuel Kant. Entonces Descartes sabe que no puede completar fehacientemente la existencia de los objetos y si estos objetos realmente se muestran como son (cosas en sí) para esto Descartes usa un prueba.

            ¿Cómo se respondía Descartes acerca de la existencia de los objetos? Descartes se amparaba en la idea de que todo conocimiento adquirido por la vía sensitiva era cierto, pues que Descartes concebía la idea siguiente con respecto al conocimiento: “ya que yo puedo ver todas esas cosas allá afuera, esas cosas tiene que existir porque que si yo no las viera, entonces Dios me estaría engañando, entonces tienen que existir, porque Dios es infinitamente bueno, verás, incapaz de todo engaño y si yo veo todo lo que está allá afuera está”[8]Entonces Descartes llega a la conclusión de que todo lo que está afuera, es decir, la res extensa existe[9]. Descartes consideraba que la realidad nos era brindada a través de la voluntad de Dios, pero cómo hizo Descartes para comprobar que existe Dios. Bueno Descartes realiza la llamada prueba ontológica, la cual consistía en lo siguiente: Dado que yo soy un ser hecho a la imagen y semejanza de Dios, pero imperfecto, entonces hay algo de Dios en mí, porque por más que sea imperfecto tengo algo de perfección y eso que es imperfecto demuestra que existe algo perfecto y eso perfecto es Dios. Hasta aquí la prueba de Descartes era suficiente como para poder realizar la justificación de la existencia de Dios mediante la prueba Ontológica que además le permitía comprobar la existencia de los objetos y de la realidad, pero cabía una nueva pregunta ¿Realmente los objetos se nos muestran tal cual son?

2.3. Baruch Spinoza.-

Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21 de febrero de 1677) fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz[10].
Para Spinoza la existencia de Dios no sólo era espíritu, sino también cuerpo infinito.[11] A partir de esta premisa lo que hace Spinoza es replantearse la idea de Descartes al asumir que no existe, contrario a Descartes una substancia pensante (los seres humanos y Dios) existía también otra la extensa (los objetos) entonces para Spinoza ambos eran modos de una misma sustancia que era en realidad Dios Para Spinoza, la substancia es la realidad, que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas; que existe por sí misma y es productora de toda la realidad; por tanto, la naturaleza es equivalente a Dios. Dios y el mundo, su producción, son entonces idéntico”[12]. De esta manera al mezclar ambas y darle una misma naturaleza entonces se llegaba a la conclusión que hay una sustancia no divina y que está más allá del universo sino que es parte de este universo. Por ello Dios es infinito porque va a comprender dentro de sí la totalidad de lo real, pero “las cosas o modos son finitas, mientras que Dios es de naturaleza infinita y existencia necesaria y eterna[13]”.  Aquí empieza la polémica, pues para Descartes Dios trasciende la realidad, pero la Spinoza Dios es parte de la realidad lo cual simboliza un choque directo contra la concepción religiosa, porque Dios al dejar de ser algo trascendental a la realidad, entonces no es un ser “Todo poderoso”, sino se muestra en diversos modos de tal manera que se convierte en un ser eminentemente real en todo lo que hagamos, pues deja de ser moral o estar más allá de la realidad.

            El conato es lo que lleva a la cosa  animada a permanecer dentro del marco de la existencia. Tras esta afirmación Spinoza logra terminar concluir que la libertad humana no existe, pues todo es parte de un sistema en el cual el hombre está inmerso y por el cual su destino está ceñido al cumplimiento de los modos gracias a las propiedades que tiene como ser, recordemos que para Spinoza el hombre tiene al igual que todo en la naturaleza propiedades y se rige por ellas. El argumento por el cual nosotros nos guiamos está amparado en la idea que el entendimiento humano separa el diversas ramas la sustancia que es única y que bajo esta apariencia el hombre concibe cosas diferentes, pero al final la sustancia que lo contiene todo bajo sí misma y se muestra en los modos finitos es la misma.

            Para legitimar su nueva propuesta en la cual Spinoza cambia radicalmente la postura en cuanto la existencia de un Dios omnipotente y que va más allá de toda lógica natural realiza la prueba ontológica bajo 3 pasos:            

a)    Partimos de uno de los axiomas de Spinoza donde explica que si una cosa no existe entonces eso significa un divorcio entre su esencia y su existencia, luego decimos que como la naturaleza existe se caracteriza por existir entonces como Dios está presente en la naturaleza Dios existe.
b)    No existe algo que impida que exista lo lógico o lo razonado, por lo tanto Dios existe ya que lo razonado existe.
c)    Los seres humanos somos finitos, por tanto existe en nosotros la idea de infinito de ahí que se entienda que si no hubiese infinito los seres humanos seríamos superiores a lo infinito, pero eso es imposible porque somos finitos, por lo tanto Dios existe.[14]


2.4 Emmanuel Kant.-
Kant desarrolla una nueva visión en cuanto al desarrollo de la prueba ontológica. Es uno de sus principales críticos y negadores. Kant parte de la premisa siguiente, destruyendo el argumento de Descartes sobre la rex extensa para luego darle un enfoque nuevo en el cual el hombre puede conocer la rex extensa a través de su pensamiento, pero esto gracias a que Dios permite en su infinita veracidad el conocimiento del objeto. Es así que Kant asume una nueva postura en la cual divide la percepción del objeto en dos: el objeto para sí (que se refiere al objeto que puede percibir el sujeto dentro de su razonamiento y su experiencia) y el objeto en sí (que hace referencia a la naturaleza verdadera del objeto, es decir, a aquello que no podemos alcanzar). Por este motivo, nos encontramos en un punto nuevo del desarrollo de la naturaleza de los objetos en el cual Kant propone que “si hay cosas allá afuera es porque un sujeto cognoscente le da forma”[15], luego entendemos que el sujeto le da  una forma porque el sujeto constituye y así lo conoce[16]y es de esa manera cómo se asume que todo lo real queda simbolizado por el sujeto cognoscente dado que ahora el sujeto cognoscente conoce el objeto para sí, pero en realidad no sabe qué es el objeto en sí. Partiendo de este esbozo de la filosofía kantiana entenderemos que para que el sujeto pueda realizar la afirmación de algo debe de existir una correlación entre el concepto del objeto y la experiencia de dicho objeto en el espacio y tiempo de tal manera que el sujeto pueda ser percibido por el sujeto para que se tenga realmente comprobada la existencia del objeto. Es así que cuando, dentro de la filosofía kantiana, se analiza a Dios tendremos que para definir su concepto requiere siempre de una característica predicativa en la cual se ve, por ejemplo, que al describir a Dios se hace más o menos lo siguiente: un triángulo tiene tres lados, de la misma manera se hace con Dios, siempre se describe algo como Dios es infinito,  lo cual no describe una característica de Dios, sino sólo define a Dios dentro de la propia esencia de Dios, más no como se define una oración que tenga un informe más detallado como por ejemplo las características físicas al decir la tierra es de forma redonda, ya no me baso en su esencia, sino que digo características de su presencia real sobre el sujeto cognoscente. Además Kant explica lo siguiente de los conceptos “Como ejemplo de esto, propone: la razón por la que decimos que los caballos existen y los unicornios no, no es que el concepto de caballo tenga la propiedad de la existencia y el de unicornio no; no hay diferencia entre ambos conceptos en este sentido, y tampoco la hay entre el concepto de un caballo y de un caballo realmente existente: ambos conceptos son iguales. La razón por la que decimos que los caballos existen es que tenemos una experiencia espacio-temporal de los mismos: son objetos que se corresponden al concepto[17]”. 

2.5 Friedrich Nietzsche.-

            Uno de las interpretaciones de síntesis más interesantes que realizan los filósofos es la de Friedrich Nietzsche el cual con su frase “Dios ha muerto” define claramente y con una postura muy buena la relación que perdido el mundo suprasensible sobre el mundo sensible en el cual durante todo el desarrollo de la filosofía desde la escolástica aparece un anillo conector entre el mundo suprasensible y el sensible, en el cual- como se ve en la filosofía de Descartes- uno depende del otro para ser real o cierto. Después y tomando punto de vistas tan bien elaborados como el de Spinoza donde se tiene que si la existencia de Dios se comprobara entonces este Dios no podría ejercer poder sobre el comportamiento del hombre, sino que estará en la naturaleza como parte de ella. Entonces el hombre se ve libre del impedimento que hacía la moral para su desarrollo esta moral amparada desde una perspectiva más política y psicológica donde la destitución de la iglesia de los valores morales, que provenían de un orden suprasensible, caen para darle al hombre la capacidad de elegir su propio camino de orientarse bajo la tutela que tenga que seguir para que al final se pueda llegar hasta el mejoramiento del hombre en espíritu.

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