La campaña política como circo mediático

El despertar de una ciudad, ese tul blanco mágico que se alza desde la eternidad hasta lo más cercano a infinito del cielo azul, la estrella de un amanecer profundo que marca con su estela de frío la distancia entre lo humano y lo divino, mientras que el corazón palpita entre la rapidez que produce la hermosura del Vallunarraju y el imponente sol coronando la cimas de Rima- Rima y Churup; pero bajo nosotros el piso lleno de basura, las calles repletas de polvo, el ruido casi infernal de la de las bocinas, el hedor de la informalidad y el gris del mal gobierno encabezan la llamada ciudad de Huaraz, con ese clásico tufo a mediocridad y desorden. Lejos queda entonces la maravilla de la cordillera blanca comparada al letargo de vivir en Huaraz, donde la miseria se apodera de todo y el mal gobierno de un grupo de rufianes que se hacen llamar políticos, deja al cúmulo mal diseñado de casas (al que llamamos ciudad) como aquella mancha que empobrece la magistral vista de la cordillera blanca, mientras un grafiti popular, pero sabio, con la imagen del Huascarán reza: “yo no soy de Huaraz” y firma como autor el Huascarán. De haber perdido la armonía con nuestro entorno tenemos la culpa todos los huaracinos, de ser una ciudad acorralada en el circo de la política también lo seremos si es que no abrimos nuestros ojos frente a una realidad tan palpable como el desgobierno que vivimos.

¿Cuándo la ciudad perdió armonía con su entorno natural? Tal vez nunca la tuvo. Pero sí es prioridad que exista una armonía entre lo majestuoso de nuestro entorno y la ciudad que agoniza cada día. Sin embargo, es lamentable que hoy la campaña política haya terminado convirtiéndose un circo donde abunda la grosera forma de hacer politiquería a merced de un pueblo que necesita medidas urgentes si no quiere ver desaparecida la hegemonía que tiene como capital de Áncash y si no quiere ser absorbida por el centralismo costeño que tiene se encarna en esta parte del país en la ciudad Chimbote. Frente a esto no podemos hacer mucho con una campaña cada vez más pintoresca, inconsistente y falta de recursos para captar decentemente los votos del elector han llevado a los pretendientes a los cargos municipales y regionales a realizar actividades tan escasas de imaginación como pretender que el sonido corriente de una onomatopeya como es el “pa pa pa pan” a ser el símbolo musical de la campaña del señor Waldo Ríos, en una clara falta de respeto a los electores, a los oídos de los ciudadanos del distritito de Independencia, además claro de la contaminación sonora, todo esto con un claro ribete de estar convirtiendo a la campaña regional y municipal en un circo lleno de promesas, de contaminación sonora y en un circo donde el photoshop y la hipocresía son el pan de cada día.

Asomemos nuestras miradas hacia la campaña electoral tan llena de sombreros, cóndores, bambalinas, colores y enormes gigantografías que dejan en claro que el mejor es aquel que coloca bulla y carteles por la ciudad ( con música popular claro está) porque aquí lo que importa es la cruda necesidad de entorpecer la campaña política con bailes al mismo estilo de la mafia fuji-montesinista o realizar actividades como posar con una camiseta del equipo de la localidad, como lo hace el señor Lombardo Mautino, para de esa manera mostrar su filiación con el deporte y la juventud, de tal manera que los jóvenes y los aficionados al football crean que él es un personaje autorizado para el buen gobierno. Nada más torpe, desesperado y servil puede ocurrírsele a un ex alcalde que dejó a la ciudad hecha el basurero del callejón de Huaylas o acaso pretende Ud. tan ingenuamente que la población huaracina es tonta como para no darse cuenta de que los problemas de Huaraz se han agudizado en su gestión que hoy tenemos más cemento, menos áreas verdes y que el caos vehicular hace irrespirable a la ciudad. Pretende Ud. que con el baile de un muñeco que se asemeja a un cóndor y con su infantil competencia con el local de Waldo Ríos por ver quién hace más bulla en la Avenida Centenario ganará las elecciones. No, señor Lombardo, lo que Ud. está haciendo no es campaña política es un circo tan lesivo para la democracia, pues nunca se ha visto como hoy una gestión tan mala, tan mal organizada, tan lacerante para una ciudad que se sostiene en el vacío de la informalidad y por sobre todo con un afán tan estúpido y arrogante de menospreciar el sentido común de la población con la genial idea lanzar una nueva candidatura en la cual su eslogan sea el de “Lombardo, más obras”, cuando cada obra que ha hecho no tiene ni el más mínimo criterio de hacer una ciudad, o ya olvidó que en su gestión todo se ha convertido en cemento y más cemento y Huaraz no tiene ni 10% de áreas verdes dentro de su casco urbano, o ya olvidó también que al finalizar su gestión el río Quillcay sigue siendo el botadero oficial de basura de la informalidad en Huaraz o tal vez le sea difícil recordar que quiere construir un terminal terrestre a lado de la facultad de Derecho de la UNASAM (algo que los alumnos no estamos dispuestos a aceptar ni a permitir) sin tener en cuenta que es un área de alto tránsito de personas, que Villón es una avenida empinada y poco segura para el tránsito pesado de buses, además que alteraría la tranquilidad de una zona adyacente a un centro académico y residencial. Pero bueno, eso importa poco cuando no se tiene el mínimo respeto y consideración el vecino y con la ciudad.

Demás está decir que la campaña del señor Álvarez es tan sólo una muestra clara de lo chabacano que puede ser una campaña de la marginación y de la mentira a la que está expuesta la ciudad de Huaraz. En realidad, la gran obra que marcó el hito de su gestión en esta parte de Áncash fue la remodelación de estadio Rosas-Pampa que a decir verdad es sólo un engranaje más de la ciudad un rincón frío que no ofrece más ventajas que el de recinto para el football o conciertos, pero deja en franca orfandad otros puntos de la cultura y el deporte en la ciudad, pues carecemos de una ciclo vía adecuada y que una toda la ciudad, no tenemos un teatro ni un cine, tampoco poseemos polideportivos de calidad y lugares de esparcimiento con áreas verdes bien cuidadas y zonas de recreación para los niños dentro de la misma ciudad. El señor Álvarez sólo nos recuerda para la campaña electoral, yo hablo claramente por este sector urbano de la ciudad, donde cada vez vemos más dejadez por parte de los gobiernos regionales. Así como la terrible sensación de no tener a ningún candidato a la región con una posición firme y ecuánime para mejoría del callejón de Huaylas, pues todos brillan por su ausencia, tan sólo los conocemos por fotos, por aquellas muestras tan insignificantes de en mítines llenos de color y bulla que sólo nos recuerdan que Huaraz se toma como una fuente de votos, pero no como un núcleo de desarrollo integral en todas las materias que comprende su problemática, tanto así que sólo conocemos a los candidatos de la región por fotos, no es así señor Narváez o por panfletos de corte axiológico que pretenden hacernos creer que la honestidad se acopla al ADN de los candidatos cuando se convierten en alcaldes o presidentes regionales.

Lejos está de inspirar respeto una campaña personal, ojo personal, del señor Vladimir Meza. Aparentemente tiene fobia cuando escucha la palabra UNASAM, pues cada vez que es invitado a la universidad para un debate o pretende ser entrevistado por los alumnos de alguna revista de la universidad, pues simplemente se niega o en palabras comunes “se hace el loco”, cuando en realidad el inicio de la campaña política y del valor que ésta tenga está en sus representantes en cuan honestos y eficientes son- binomio que aún no alcanza a comprender la mayoría de candidatos- pues la política requiere de valores tan altos que conciernen también a la valentía para enfrentar la crítica de los estudiantes universitarios. Tampoco crea Ud. tan ingenuamente que los Huaracinos vamos a creer que regalando picarones o colocando cartelitos para no contaminar el río va a solucionar el problema, por favor, más seriedad con las propuestas basta ya de tantas soluciones ambientalistas sin el rigor científico y ético que se merece la problemática ambiental. El señor José Antonio Salazar, suena a “No al diezmo”, sí es cierto el diezmo es una realidad es necesaria su desaparición para que la democracia empiece a echar raíces en la sociedad huaracina; pero una democracia sin obras, sin ideas más que el mero afán de desterrar la corrupción y no realizar obras de envergadura en infraestructura y a nivel de salud, cultura, preservación del entorno natural y seguridad no le dan las alas para despegar del atraso a la ciudad.

Considero desde mi perspectiva personal que si los demás candidatos que pretenden existir dentro de la campaña dejen de usar el photoshop para los afiches en sus campañas, pues la sinceridad empieza desde ese punto, desde atreverse a aceptarnos tal cual somos y no utilizar los trucos de la tecnología para remediar el paso del tiempo, creo que hacer eso los vuelve en los payasos del circo, porque las poses fingidas no quedan pues, señores, los dedos pulgares en señal de afirmación, las sonrisas fingidas y el maquillaje a toneladas (en las candidatas que son damas) desmerece mucho a la campaña, porque la convierte circo con un sinnúmero actitudes impropias de un candidato.

Espero que lo extenso del artículo no haya causado aburrimiento dentro de los lectores, pero la labor pasa por dejar en claro que nosotros también debemos tener aptitud de votantes, es nuestro deber como ciudadanos votar, pero hacerlo con convicción por algo que nosotros creemos posible y reflexionar que si tenemos hoy este circo político que anuncia su gran show el 3 de octubre es porque nosotros contribuimos a él, con nuestra dejadez, con nuestra ignorancia, con nuestra actitud propia de algún mezquino cosmopolita, de algún siniestro vagabundo que llegó a estas tierras para vivir por alguna extraña razón. La ciudad agoniza, no dejemos que se vaya lo poco que tenemos de bueno, no dejemos que desaparezca lo rescatable de nuestra ciudad, no permitamos que muera aquello que nos hacía ser la ciudad hegemónica de Áncash, históricamente hablando, pues es menester que iniciemos una crítica grave y muy fuerte sobre el proyecto que tenemos como cuidad, no hagamos que la crítica hacia nuestra ciudad sea un simple grito en el desierto, que tenga retribución en las mentes de nuestros amigos y vecinos. No tenemos por qué seguir con esta farsa electoral, no tenemos por qué soportar el abuso de una campaña centrada en los egos, no tenemos por qué permitir que la ignorancia política se apodere de nuestras convicciones, debemos de pregonar que necesitamos de cambios sustanciales, para no perder más a lo bueno de nuestra juventud y ver como migran a Lima o Trujillo, no esperemos más por cultura y desarrollo sostenible, busquémoslo en nuestra actitud para con la ciudad, para con el ambiente para con las futuras generaciones, no esperemos que Huaraz se convierta en un botadero de basura o en una ciudad insegura llena de ladrones y gente de mal vivir, no enfermemos más a la ciudad soportando y eligiendo autoridades ineptas, pues ellas sólo entrarán a robar de nuestros bolsillos; por ello reflexionemos antes votar hagamos un voto consciente, porque de él dependerá que la ciudad no se humille más ante la contaminación, la informalidad, la mediocridad y el caos. Hagamos hoy que se sienta la voz fuerte de los huaracinos pues somos ciudadanos dignos de respeto y queremos que nuestra ciudad crezca y se convierta de una ciudad tan atractiva en sus calles y su casas como lo son nuestros paisajes. Hagamos ese gran favor a nuestros hijos y no permitamos que los payasos políticos y su circo lleguen a gobernar, por ello debemos ser conscientes al momento de votar y si decidimos ir a viciar nuestro voto hagámoslo, pues recordemos a Henry Thoureau en su escrito “La desobediencia civil” donde nos recalca que si hacemos algo debemos hacerlo por convicción y no daremos nuestro votos a la mentira, al engaño o a la estupidez. Pues la democracia es precisamente el gobierno del pueblo y si el pueblo bien informado decide viciar o no votar es porque la campaña y sus candidatos no están a la altura como para iniciar un proceso realmente democrático, pues la democracia no es sólo el procedimiento inseguro de la elección del mal menor; la democracia es la acción del buen gobierno con sensatez, con valentía, con eficiencia y con honestidad en pro del ciudadano y de su desarrollo en un tiempo y espacio.

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