Por una homologación que apunte a un real compromiso con la educación



                El diario La República informa en su edición virtual que la homologación- que tanto ansiaban los catedráticos y “catedráticos” de las universidades públicas ya es un hecho, pues la sentencia del Tribunal constitucional ha ratificado el pedido y se está exigiendo en Ministerio de Economía que se haga efecto. Bien, hasta ese punto es considerable que los profesores, en su calidad de trabajadores del Estado, exijan un una remuneración de acorde en con los estatutos, como lo es el caso de la ley universitaria que los ampara. Sin embargo, es menester realizar un análisis crítico de lo que viene ocurriendo. En la universidad pública donde se nos enseña las asignaturas competentes al derecho se nos brinda una idea capital para entender la interpretación de lo equivale a tener un derecho bajo esta premisa: por cada derecho que obtengamos también obtendremos un deber, y bajo esa temática es como se mueve la justicia en todos sus estratos dentro del sistema de legislación y ética occidental. Es una premisa sencilla, pero que nos ayuda comprender que cada vez que obtengamos, por ejemplo, el derecho a estudiar en la universidad pública que nos brinda facilidades económicas estamos también sujetos al deber ayudar a la mejora de la sociedad en su conjunto con los conocimientos de la carrera que hayamos escogido; otro buen punto de referencia es la mayoría de edad, pues al cumplirla nos hacemos acreedores a ciertos derechos muy básicos y otros complejos, como ejercer la votación, pero esto implica también el deber de saber elegir; así como tenemos el derecho de trabajar también tenemos el deber de hacer bien nuestro trabajo y de esta manera que la dualidad continua en cada parte de nuestras vidas.

                Es lamentable que muchos profesores dentro de la universidad nacional de Áncash  (UNASAM) no hagan tengan en cuenta esta dualidad de la cual se habla en las clases que brindan en los recintos educativos, también es cierto que existen profesores que realizan una labor loable- incluso son explotados por parte de las autoridades por ser contratados- en cuanto investigación y mejora de la calidad educativa; pero tenemos que ser sinceros con nuestra realidad educativa, porque muchos de los profesores ( afilados a gremios y sindicatos) no realizan su trabajo como deben de ser ¿Cómo lo puedo comprobar? Pues de la manera siguiente: en la universidad existe una encuesta que se realiza todos los ciclos  para saber qué es lo que piensan los alumnos de los profesores en cuanto a su desempeño en clases, bueno hasta donde se sabe la intención de la encuesta es realizar una actividad de llamada de atención o sanción a los profesores que obtengan un resultado bajo, pero esto nunca se da en aquellos profesores que han sido nombrados, pues  un alumno que estudia en la UNASAM para muchos profesores equivale  más o menos a un animal de carga (porque ese es el trato que se da a los alumnos) porque los profesores, muchos de ellos irresponsables y poca calidad humana para el trato, sencillamente maltratan a los alumnos al punto que les arranchan exámenes y hojas de lista con tal fuerza y mala fe que terminan por romperlas, además del maltrato psicológico por parte de seudo-catedráticos   que creen que gritando a los alumnos o ensañándose con ellos por exigir sus derechos están ejerciendo su autoridad, están muy equivocados, pues lo que hacen es sólo una muestra más de lo troglodita que puede ser un advenedizo que por tener un cargo dentro de la universidad considera que puede atropellar los derechos de los alumnos. Y qué ocurre cuando algún alumno o la institución se queja por el trabajo que ofrece e intenta separarlo de la institución, pues la respuesta es sencilla, porque los profesores acudirán a los gremios sindicales que es la ratonera más grande donde todos estos “profesores” acuden si es que tienen algún problema, cuando la comunidad universitaria sabe bien que los sindicatos no son otra cosa más que entes que avalan la corrupción y la mediocridad en la UNASAM.

                Si bien el trato humano con algunos profesores es catastrófico, también nos veremos obligados a hablar acerca de la calidad de enseñanza que brindan ciertos profesores nombrados y tendré que mencionar –lamentablemente- que existen profesores incapaces de dictar una clase donde se pueda aprender algo, tanto así que una clase de Realidad socio económica Peruana un profesor nombrado y que ganará 6 700 soles si la homologación se hace un hecho[1] dijo acerca del origen del imperio de los Inkas, que estos habían llegado a la tierra por obra y gracia de una nave extraterrestre, a la cual ellos llamaron las ventanas del cerro Tamputoko- Cusco de donde salieron los hermanos Ayar, o la delirante idea de que un cohete extraterrestre dejo a Manco Capac  y esposa en el lago Titicaca, mientras que se pasó el resto de ciclo dictándonos las coordenadas geográficas del Perú, como si realmente estos parásitos del sistema educativo y su lectura fanática de diarios como “El Chino” se merecen ganar esa cantidad de dinero y lo que es peor aún el merecimiento de la dirección de una generación a cargo del futuro de Áncash. Tal vez sea que por emular a ese tipo de profesores hoy lo único que resuene en la UNASAM sea el Miss Cachimbo o las posturas infantiles de un grupo de retrógrados que quieren volver a la época de la violencia de los 80. Todo esto suena a una irónica broma pesada, pero es la realidad de nuestra universidad en Áncash, donde las autoridades creen que echarle a todo cemento es la mejor opción para el desarrollo incluso hasta en el cerebro de los estudiantes. Entonces hasta este punto, señor lector, cree Ud. que esa gente que dice llamarse profesor merece ese cargo y, lo peor, que si un valiente alumno se queja las otras autoridades los encubrirán y así seguirá el abuso y la falta de respeto con el futuro del país. Nosotros, alumnos de la universidad, somos conscientes de esta realidad que no se escucha fuera de los recintos de la universidad, pero en la que la sociedad civil debe de tomar cartas para resolver, pues es ya es hora que se escuche a los alumnos que muchas veces somos maltratados por parte de docentes y administrativos que no recuerdan que la existencia de la universidad se debe gracias a que existen alumnos que apuestan por la universidad  como un vehículo que los llevará a ser mejores en la vida. Sin embargo, quisiera reconocer que dentro la universidad también existen profesores con una loable labor por la mejora de la universidad, pues con profesores como Julio Palomino, Julio Cesar Pala García o  el profesor Armando Coral (por mencionar con los que he tenido la oportunidad de tratar)  la universidad ha empezado a tener un punto quiebre que lo saque de la mediocridad, pues por ellos también se escribe para que la obra que ellos realizan por la universidad no se vea opacada por los malos profesores que enseñan en ésta.

                Ahora bien, cuál es el pedido de los alumnos, qué es lo que buscamos para nuestro futuro, pues lo que necesitamos es una universidad que brinde un servicio de calidad y es así que una de las principales herramientas que necesitamos para esta labor es tener profesores capaces de realizar un trabajo honesto, responsable y dedicado, pues si quieren ganar este monto de dinero entonces sólo los más aptos deben de contar con el trabajo, porque lo único que puede salvar a la universidad pública, que está cada vez más cerca del abismo de la privatización y el dogmatismo senderista, son los libros y la calidad de educación que se nos brinde y ésta sólo podrá ser fruto de una ardua labor donde se le brinde al alumnado la oportunidad de opinar, ser escuchado y ser respetado por las autoridades y donde la meritocracia sea la ama y señora de los contratos y nombramientos dentro del sector de la educación superior pública en nuestra localidad y en el Perú.    

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