Apreciaciones sobre la coyuntura del litigio marítimo entre el Perú y Chile



Los acontecimientos que se han desenvuelto durante todo el largo proceso que significa el litigio que mantiene con el país austral de Chile cobran un tono cada vez más interesante- para el estudio del derecho internacional-, pero dejan dentro de los países vinculados muchas preguntas de un pasado conflictivo común, de tal suerte que está en manos de las autoridades, de ambos países, mediar por soluciones que no afecten la sensibilidad histórica y popular que mantienen los pobladores el Perú y en Chile. Hoy, más que nunca, nos damos cuenta que cada pieza que hayamos dado movimiento inadecuado en el tablero de la política internacional traerá, para las generaciones futuras, diversas dificultades para el desarrollo que pretenden como país. Pues, de las malas gestiones internacionales, de las guerras pasadas con los vecinos y de la falta de ojo crítico con las relaciones limítrofes hoy tenemos un conflicto que resolver.

La controversia marítima que tenemos con el país de Chile es más o menos conocido por la opinión pública, con respecto a los alcances de territorio y mar que se están defendiendo en la corte de la Haya, de tal forma que sumergirnos en una explicación sobre la problemática limítrofe y sobre los procesos que tenemos que afrontar sería inútil para nuestro objetivo; sin embargo, tenemos ciertos puntos importantes que debemos de recalcar: el primero hace referencia a la delimitación que hacen ambos países para sus respectivas defensas. Por ejemplo, para nuestro país la defensa se encuentra enmarcada en el argumento que las fronteras marítimas que tenemos con el país del sur deben de ser delimitadas mediante una línea equidistante del territorio patrio (este tipo de delimitación es avalada y promovida por la CONVERMAR – Organismo internacional Convención del Mar-). Hasta ese punto queda claro que la posición peruana tiene un sustento internacional, además de acotar que los convenios (ojo entiéndase que son convenios, mas no tratados) firmados en 1952 y 1954 entre los tres países que poseen salidas al pacífico sur, como los Perú, Ecuador y Chile, fueron hechos para la explotación de la riquezas marítimas que existen en la zona, además de delimitar un espacio adecuado para la pesca sin sanciones a diversos barcos- que por no tener la tecnología o el conocimiento necesario- irrumpían en los litorales del país contiguo. Estos dos argumentos son los presentados por la defensa nuestra. Como segundo punto, la defensa chilena argumenta de diferente forma, pues su posición se basa en que la delimitación para el litoral debe de hacerse siguiendo la línea que se hacer siguiendo el paralelo, que es trazada desde uno de los hitos de la Concordia. De tal suerte que si la argumentación chilena tuviese el veredicto favorable de la corte el Perú perdería parte de las 200 millas de mar, además de perder un pequeño tramo de territorio. La defensa chilena centra su defensa también en afirmar que los convenios de pesca que fueron firmados por los tres países son también tratados que delimitan el espacio marítimo en el cual ejercen soberanía los países del pacífico sur. Esta posición tiene su origen en afirmar que los convenios pesqueros firmados en aquel entonces ,que hacen referencia al paralelo como límite para realizar actividades como la pesca, ya que existían constantes violaciones del litoral en los tres países, tienen carácter de tratados, además de ser los documentos que sellaron los límites marítimos entre Perú y Chile.

La marcha del proceso se movía entre estas dos posiciones que discutían cual era la posición que tomaría la corte de la Haya. Sin embargo, la problemática cambió de matiz durante estas últimas semanas cuando la corte anunció que consultaría a Ecuador acerca del litigio. Este hecho significó los medios de comunicación chilenos- como el diario el Mercurio- investigarán al respecto y en una entrevista le concediera la canciller del Ecuador, María Isabel Salvador, que las fronteras marítimas entre el Perú y el Ecuador habían sido delimitadas en los convenios firmados en 1952 y 1954 mediante un paralelo. La respuesta de la canciller significó, para la prensa chilena, un apoyo tácito frente a la posición chilena. La respuesta peruana ante las conjeturas que obtuvieron los medios de comunicación chilenos es clara: los convenios y la declaración firmadas en Santiago de Chile en 1952 y 1954, delimitaron las fronteras marítimas con el Ecuador, pero no se hizo los mismo con Chile. Esta respuesta fue brindada por el ex canciller del Perú, Manuel Rodríguez Cuadros, en una entrevista concedida al diario El Comercio. Ahora bien, la postura que tome Ecuador, como se ha exigido por parte de representantes políticos peruanos, debe de ser de total neutralidad, pues el litigio corresponde a dos países, además que se tiene que esperar la respuesta de Ecuador acerca de la intervención que le ha pedido la corte. Sin embargo, existen entre las relaciones de los tres países asuntos que nunca quedaron muy en claro, como la donación de armas por parte del país del sur- a pesar de su calidad de garante en los tratados de paz con el Ecuador- durante del conflicto del Cenepa. ¿Tendrá también un peso gravitante las guerras que tuvimos contra el Ecuador durante el ciclo pasado?

Frente a este panorama la mejor opción es conocer la realidad de la firma de tratados marítimos que delimitaron el Perú y Ecuador, para eso es bueno recordar que los límites marítimos firmados con el Ecuador en 1954, fueron asignados al paralelo, ya que si se hubiese hecho lo contrario- es decir el uso de la línea equidistante- terminaríamos partiendo en dos la soberanía de islas o más aún terminaríamos obteniendo la soberanía de algunas como La Plata, Puná y otras ya que se encuentran muy cerca del territorio continental del Perú. Por esa medida- y a pedido de Ecuador- se designó al paralelo como el indicador para la delimitación marítima de nuestro territorio. De esta manera, se modificó el artículo N°4 y quedó de la manera siguiente:"el límite de la proyección de esas islas se establecería a través del paralelo geográfico que parte del punto en que la frontera terrestre llega al mar". Esta configuración de la delimitación marítima con el uso del paralelo, como hacemos mención en el artículo, se hizo por la existencia de islas, las cuales son inexistentes en el caso del territorio marítimo que se encuentra en disputa con el país del sur.

Debemos entonces, como peruanos preocupados y precavidos por la integridad del territorio patrio estar informados sobre la coyuntura concerniente a la disputa entre Perú y Chile, además que en estos tiempos los países recurren a las vías diplomáticas para hacer frente a los diversos problemas limítrofes que aquejan a sus territorios lo cual muestra una madurez frente a las declaraciones inútiles de guerra. Pero debemos de estar preparados como un país precavido que conoce que, lamentablemente, y en algunos casos cuando la razón es escuchada por oídos necios se debe de recurrir a la fuerza.

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