Institucionalidad y desarrollo en la ciudad de Huaraz

Las instituciones democráticas cumplen un rol fundamental en el desenvolvimiento del plan de desarrollo de una determinada sociedad. Pues sus componentes aseguran una mejor distribución planteamientos de soluciones a los problemas sociales y una auténtica representación en el manejo del desarrollo de una ciudad. Es necesario conocer de instituciones democráticas, ya que ellas aseguran la participación de todos para lograr un cambio en nuestra sociedad.

La institucionalidad democrática, aparece en nuestro entorno social como una figura jurídico- social que nos permite una autentica representación en la constitución de una ciudad donde prime el bien común ¿Pero qué es lo que ocurre con nuestra ciudad? Lamentablemente, Huaraz no goza de instituciones fuertes, que puedan emprender el camino hacia el desarrollo en potencia de la ciudad, pues la débil figura de un municipio desbaratado por el manejo del personalismo, ya que se presenta una suerte de caudillo que mágicamente puede resolver los problemas institucionales con la toma de mando o, peor aún, esta suerte de clientelismo municipal donde las autoridades con más poder eligen a los empleados subordinados bajo éste modelo y no bajo la elección de quien preste mejores servicios para la conformación de un mejor aparato municipal y regional. El desarrollo de políticas para el mejoramiento y conducción de la ciudad se encuentran en un limbo populista, porque la aparición de obras de infraestructura mediáticas ( como lo es el caso de la plaza de armas o el asfaltar calles de las zonas periféricas) que no contribuyen a resolver del todo problemas como la identidad arquitectónica que debe de llevar la ciudad ni con el mejoramiento de la calidad de vida los pobladores de las zonas periféricas y también el aparente estado de hibernación de un aparato municipal presente sólo en actos de carácter representativo, mas no funcional; brindan al paciente la morfina necesaria para soportar la negligencia y la ruina de nuestra ciudad.

Ahora bien, por qué estas dos pautas (creación de infraestructura y presencia representativas las autoridades) de manejo de la ciudad no cambian, sustancialmente, el desarrollo de la ciudad, porque se observa, en el caso de la creación de infraestructura como en el caso de la construcción de estadios, plazas, parques, veredas y pistas sin un plan urbanístico y que brinde, por lo menos, al centro de la cuidad un rostro definido y emblemático no harán que cambie la idea de una ciudad de Huaraz sin norte; por otro lado, la representación de autoridades en festividades y actos solemnes no garantiza, de un forma cabal, el mejoramiento de la institución municipal como receptora y fuente de resolución de la problemática social, pues la entrega de una nomenclatura a la ciudad de “Huaraz como paraíso natural” no va generar que los turistas visiten nuestra ciudad sin llevarse el fiasco de tener que convivir con un basurero urbano y la ausencia de servicios adecuados de calidad antes de partir hacia nuestras montañas. Existen en nuestra comuna problemas mucho más importantes como los de carácter ambiental, la delincuencia, la pobreza e indigencia, el fomento de la cultura, la exclusión de las nuevas zonas habitadas en la periferia y la creación- urgente- de un plan de desarrollo urbanístico estético.

Estos problemas se originan por una débil institución municipal, pero el problema se recrudece cuando las instituciones no sólo gubernamentales, sino también civiles no ejercen una función adecuada. La sociedad civil, es una de las principales instituciones que deben de funcionar para la creación del bien común y, sobre todo, como guía para la gestión de proyectos y reclamos sobre el manejo y desarrollo de la ciudad. En Huaraz la sociedad civil no existe como un ente funcional, pues esta debería de tener un carácter fiscalizador y orientador del desarrollo de la ciudad; sin embargo, las direcciones de su manejo que caen a meros intereses de pequeños grupos, como lo son los estudiantes o los empresarios y comerciantes que velan solamente por el desarrollo de sus entornos más próximos y no llegan a tener una visión global del problema que aqueja a la ciudad. El problema radica en puntos clave, como lo son la apatía y la falta de identidad con el medio donde se vive y también la ausencia de medios de comunicación que propongan un mecanismo de reflexión acerca de la problemática en la ciudad.

La representación de la sociedad civil en Huaraz se expone, en la mayoría de veces, sólo como un ente que reclama, pero que no construye ni propone soluciones, es así que podemos ver a los representantes de la sociedad civil en paros y huelgas, pero jamás en campañas abocadas a la generación de cultura e información en la juventud huaracina. Este síntoma es moneda común en la representación de la sociedad civil huaracina que no fiscaliza ni construye, sino que juzga y fomenta la división de los intereses populares a intereses sindicales y políticos.

Por otro lado, no existen medios de comunicación que posean una postura de análisis crítico del plan para el desarrollo de nuestra ciudad. Este punto es, prácticamente, uno de los mayores óbices para generación del análisis de la verdadera problemática de la ciudad.

Estos tres puntos desarrollados- en el presente artículo- son ideas claves para entender que la institucionalidad podrá ser sinónimo de avance, siempre y cuando, el funcionamiento de las instituciones públicas y civiles sea el adecuado, como lo señala el politólogo Robert Dahl en su libro Democracy and its critics (1989). Es menester, por lo tanto, no caer en la mentira de creer que la defensa de sólo un grupo o la presencia de un caudillo podrá resolver la problemática que aqueja a nuestra ciudad. Tampoco partirá de un sector de nuestra sociedad con intereses sindicales o políticos, pues el desarrollo de un plan para un crecimiento sostenible en la cuidad tiene que partir en base a la inclusión de todos sus elementos sociales y políticos, pues es la única manera de gestar un desarrollo cabal del interés común y no sólo de un grupo privilegiado o de un estamento bajo. Nuestros esfuerzos dependen de la manera cómo logramos unir nuestras fuerzas en pro de una identidad y de un desarrollo común, a través del conocimiento de la realidad de la ciudad, el arte, el cuidado de nuestra principal fuente de ingresos – la cordillera blanca- a través de medidas de protección ambiental, también necesitamos de la presencia de la juventud universitaria con capacidad de análisis sobre el desarrollo de nuestra ciudad a través de medios escritos y televisivos de calidad. Depende de nosotros el logro significativo de una sociedad más común y menos egoísta antes de ser las víctimas de nuestros intereses mezquinos.