De la Valquiria o del amor (Comentarios y Reflexiones)


“Wer meines Speeres
spitze fürchtet,
durchschreite das feuer nie”
Wotan- La Valquiria

La Valquiria descansa bajo este manto de fuego que cubre la inmortalidad de su alma guerrera. Su escudo fue siempre esta fe en el verdadero amor que protegió hasta perder el más grande de sus dones: la inmortalidad. Pues no hay fuerza tan grande en el universo que no sea el amor, y no existe ser tan intrépido que sea capaz de luchar por él que no sea el hombre. Wotan nos mira con sus ojos de relámpago el destino aciago que le toco vivir a sus hijos; pero que la gloria y el amor lograrán reivindicar.

Richard Wagner realiza la culminación de esta magnífica ópera en el año de 1852, tras un prolijo trabajo de muchos años. “La Valquiria” es la segunda de una tetralogía acerca del “cantar de los Nibelungos”. Más allá de ser una obra monumental y de renovar el concepto musical de aquella época, Wagner realiza un trabajo de tipo filosófico, ideológico y psicológico, donde desarrolla gran parte su pensamiento, así como trata vínculos basados en el amor. Este artículo esta destino a analizar y comentar estas ideas desarrolladas en el trabajo de la ópera.

La tormenta azota toda esperanza y el héroe ha llegado, por fin, al encuentro de su destino. Pero que nos espera en esta gris tarde de aguacero, mientras el cuerno vengador truena bajo el hechizo de la tierra media. Siegmund corre a través del bosque hasta llegar a un hogar que parece abandonado, pero la desesperación por la persecución del enemigo y el cansancio pueden más, Siegmund entra a la casa donde obtendrá algo más que refugio: obtendrá el amor que es la fuerza de la vida. Sieglinde (hermana de Siegmund) no sabe que el extraño que ha llegado a su casa es su hermano, pues ambos fueron separados cuando eran niños; sin embargo, ha llegado el momento de unirse de nuevo, pues ahora los ampara un lazo más: el amor que ambos se han jurado.

“Du bist der Lenz, nachdem ich verlangte in frostigen Winters Frist”
(Tú, eres la primavera a la que anhelé en la gélida estación del invierno)

Sigmund se enamora de su hermana y esta figura sería incestuosa, pero ellos no lo sabían, hasta que Sigmund le confiesa ser un Welsungo (la casta a la cual pertenecen ambos), entonces Sieglinde confundida no sabe qué es lo que debe de hacer, pero el amor es más grande en ambos y decide yacer con este héroe. La figura de incesto, a primera vista podría ser sólo una figura que atenta contra la moral; sin embargo, existe un trasfondo aún más detallado, pues Wagner concebía la idea de la pureza de raza (Wagner creía en la superioridad racial además de ser antisemita) esta unión de Siegmund y de Sieglinde significaba que la pureza de sangre era la aurora para llegada de un héroe de características sobre humanas. Wagner con esa figura nos brinda –implícitamente- la presencia de sus tendencias políticas en sus óperas.

Al caer la noche los amantes –Sigmund y Sieglinde- aún se encuentran en la casa del enemigo del primero. Hunting, el esposo de Sieglinde, permitió que Sigmund pase la noche en su casa para mañana seguir con la caza de Sigmund, pero Sieglinde lo ha dormido y esto permite que ella anuncie a Siegmund que la espada de “Notung”(Necesidad) lo está esperando, ya que yace en el árbol del patio de la casa de Hunting.

Siegmund ha alcanzado la gloria de sus antepasados al haber sacado la espada del árbol y conseguido la protección de Wotan, su abuelo. La suerte del combate próximo parece estar echada: Siegmund vencerá. Los amantes aún con miedo al haberse enfrentado a todo por su amor escapan mientras Siegmund lleva en sus manos la espada gloriosa Notung que lo ha convertido en héroe hoy la “necesidad” fue la llevo al hombre más allá de sus límites.

El nombre de la espada, es trascendental para entender la obra de Wagner y la superación del hombre. Porque de la necesidad (Notung) el hombre ha llegado a otro nivel de valor y de inventiva, pues ha logrado trasformar una situación adversa en una favorable a través de su valor. Es decir, si el hombre nunca pasa por adversidades grandes que lo lleven a necesitar algo y esta necesidad no es satisfecha entonces el hombre no estará destinado a ser nada más; pero si logra resolver esta necesidad, satisfacer esta necesidad llegará a ser un mejor hombre, pues habrá enfrentado la adversidad con valor e inteligencia. El más grande regalo que nos pudieron legar los dioses frente a la angustiosa existencia es el valor.

“Ja, das Schwert, das zaubertark zuckende Schewert das du Gott dem Sohne gabst”
(
Sí, la espada la fuerte, mágica, vibrante espada, que tú, dios, diste a tu hijo)

Ahora que Hunting sabe la traición de su esposa, por eso ha rogado a Fricka (diosa del matrimonio y esposa de Wotan) que castigue a la pareja por romper los vínculos sagrados que tenía. La posición de Fricka será de mucha importancia en el desarrollo de la ópera, pues ella no sólo representa al matrimonio, sino también a la creación de la sociedad; en cambio, Siegmund y Sieglinde traspasado esta frontera en nombre del amor que se tienen y por lo tanto habrán rechazado la idea de pertenecer a la sociedad.

Wotan en el Walhalla ( el Olimpo de los dioses nórdicos) ha tenido una riña con su esposa, ésta quiere la cabeza de Siegmund, pues su amor le parece aborrecible, y ansia que la pareja sea destruida, porque insultan su figura y su nombre. Wotan protege a Siegmund con el amor de un padre protector, pero debe de decidir, pues ha llegado el momento de saber cuál es el destino de nuestro héroe. El señor de los guerreros, Wotan, se ve obligado a acceder al pedido de su esposa, pues forma parte de su pacto el respeto por la figura de los dioses y decide castigar a su nieto, aunque su duro corazón tenga que sufrir por esta medida extrema.

En lo más alto de las montañas Wotan se lamenta el destino que ha de sufrir Siegmund, pues tendrá que caer bajo las armas de Hunting. La tristeza de Wotan se refleja en lo gris del cielo que ya no tiene la fuerza de antes. Wotan se lamenta, porque Siegmund es el encargado de librar del la muerte a los dioses (por eso que el verdadero amor de Sigmund es el que logrará la salvación de los dioses), pero tendrá que ser eliminado, porque así lo dice el destino. A lo lejos la Valquiria Brünnhilde cabalga rauda al encuentro con el padre de los guerreros, pero al verlo cae sobre sus rodillas y pregunta qué es lo que ocurre, entonces Wotan cuenta la causa de su dolor y le dice “... porque de donde audaces fuerzas se oponen, abiertamente la guerra aconsejo” con estas palabras Wotan sella la batalla en Siegmund y Huting. Brünnhilde, al conocer la verdad, decide ir en busca del guerrero, por órdenes de Wotan, para anunciarle la muerte.

La tormenta se acerca mientras los amantes hermanos cruzan hacía el bosque. La pócima del amor los ha llevado hasta el límite, ambos han descubierto el verdadero amor capaz romper esquemas y transformar la realidad. Ahora, Sieglinde ha cobrado nuevamente vida, pues el amor le ha devuelto las ganas de vivir y, por fin, el destino le ha dado lo que siempre le anhelo: la felicidad. Nuestros destinos aparentan ser felices hasta la llegada de su inesperado desenlace –parece decirnos Wagner con esta imagen-,porque mientras Sieglinde duerme en los brazos de Siegmund, Brünnhilde, la Valquiría , aparece para anunciar el destino del héroe.

Siegmund contempla la belleza y fiereza de la Valquiria y está le dice que ha venido para llevarlo al Walhalla, donde tendrá banquetes de hidromiel y las hadas del deseo estarán siempre divirtiendo al guerrero; pero Sigmund pregunta con sombría duda si es que estará con él su amada Sieglinde, entonces la Valquiria tranquilamente le responde que no. En ese momento, Sigmund rechaza ser el héroe que defenderá a los dioses en su lucha y, por tanto, reniega de la gloria de ser un guerrero, lo que no hizo Aquiles que jamás renunció a su decisión de morir en Troya, esto nos demuestra que la capacidad del amor es mucho mayor que la gloria individual, pues Siegmund a renunciado a esta posibilidad y quiere para sí el amor de Sieglinde; pero nadie quiere proteger a este amor y las fuerzas de los dioses anuncian su destrucción. Entonces frente a su destino valientemente Siegmund que contempla, con los ojos llenos de ternura el sueño de su amada, cuando reta a su destino y le dice a Brünnhilde “mit stärkrem drohe, als Hundings Streichen! Lauerst du hier lüstern auf Wal, jenen kiese zum Fang; ich denk ihn zu fallen im kampf “ ( ¡ Amenaza con algo más fuerte que los golpes de Hunding! Si estás aquí al acecho, ávida para el Walhalla, escógelo a él como presa; ¡Pienso matarlo en lucha!).

Tras las palabras de Siegmund y la forma cómo ha defendido su amor, Brünnhilde, empieza a sentir que el amor existe realmente entre ambos y que ese amor debe de ser protegido, porque ese es el deseo real de Wotan y ella defenderá ese amor, porque jamás se conmovió tanto al ver tanto apreción y ternura existían en los ojos de Siegmund. Es cuando las palabras entre ambos se enlazan, por última vez, cuando suena el terrible cuerno de Hunding, que anuncia que la batalla ha llegado.

He blandido mi espada en señal de duelo, pues mi escudo es mi valentía y Sieglinde la fe y fuerza de mi ataque. Jamás temeré, porque he descubierto la razón para vivir la felicidad sea nuestra, pues esta espada es nuestra puerta y nuestro valor, entonces cuando Sigmund intenta atacar a su enemigo Wotan destroza la espada con un rayo y acaba con la suerte de Siegmund, a pesar de la ayuda de la Valquiria que ha salido aterrorizada por el rayo de Wotan, no puede continuar peleando y es atravesado por la lanza de Hunding. La noche ha caído sobre el héroe, triste destino que arrebatas a los seres de felicidad, el increíble desdén para con tus criaturas ha llegado a su límite, porque hoy con tus funestos tentáculos te has llevado a Sigmund y lo has derrotado; pero jamás podrás vencer al amor, pues Sieglinde está esperando un hijo de Sigmund, es decir, del amor real.

La Valquiria escapa en el caballo con Sieglinde para llevarla a la tierra de los Nibelungos, donde Wotan no podrá encontrarla y matar a su bebé. Todo el destino se ha sellado para los personajes de esta historia y Brünnhilde aceptará valientemente el castigo que le imponga Wotan.

Wotan, sin más miramientos, enfrenta a Brünnhilde y ésta cae bajo sus rodillas a ver la furia de este dios. El castigo para Brünnhilde será severo: ella perderá su calidad de inmortal, pues al decidir que protegería un sentimiento humano como el amor ella tendría que ser humana, entonces será castigada por defender la fuerza capaz de salvar a los dioses.

El sol del perdón parece no brillar bajo estas densas nubes que se llevan toda muestra de compasión para la Valquiria. Brünnhilde se ha sacrificado por el amor, ése es su gran mérito haber dado su vida por la protección del amor franco y bello de Sigmund y Sieglinde, pues su obra quedará plasmada como un sacrificio final para decirnos que la fuerza primordial para el hombre es la que emana del amor verdadero.

Las nubes corren más rápido y el frio calza en el cuerpo de Brünnhilde, a pesar de la vigorosa armadura que ostenta, el miedo a la muerte se apodera de su mente, no queda ya nada por decir, mientras el padre de los guerreros contempla, por última vez , a su hija para darle un beso en los ojos y con este gesto separarla para siempre de su divinidad, mientras la Valquiria, débil- pero más hermosa que nunca-, cae en los brazos de su padre para dormir un sueño del cual sólo despertará cuando el hombre que no conozca el miedo la vuelva su compañera. Brünnhilde ha se ha extraviado en el mundo de los sueños, pero su sacrificio le ha dado el triunfo al Amor. El impetuoso Wotan cierra con un círculo de fuego, que nadie que tenga miedo podrá pasarlo, mientras contempla con melancolía a su hija preferida dormir…

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