Disfraz sentimental

Van Gogh- Habitación en Arles

Diminuta gota cuadrada del universo
vuelvo a ti como ocaso,
como una pregunta dorada
que se extiende entre tus pupilas y el infinito.

Secretos de alcoba, misterios de fin de semana.
Como si no bastara el torbellino de los días de lluvia,
tú te reflejas como un sonido sobre un largo vestíbulo,
una historia que se agota sobre las seis de la tarde.

Bebes de la luz los colores, sus formas, sus fuentes,
sus mentiras: la ilusión que adormece la pena,
se ocultan los resfríos y la sensación de tu abrazo.

Soy yo, otra vez, como un espejo que te desnuda,
como el agua que bebe de ti para darse forma,
soy tú, otra vez, por la plena necesidad de callar,
soy tú, porque así gritan tus silencios.

¿Te acuestas? Sobre dudas,
sobre un pan enmohecido por eso que los hermana,
el olor a orfandad, brota entre las paredes,
soy yo, sabes que nunca tocaré las puertas,
pero estoy dentro del cubo que te contiene,
soy yo, así no aceptes el juego y sus reglas.